martes, 15 de abril de 2008

2º. BALAZO.

Hoy me viene a la memoria el verso de Raúl Rojas, el de " se creen como gaviotas." Qué lástima. Que se crean como gaviotas. Qué pena. Al principio no lo pensaba, pero veo despegar demasiada gente que acaba pescando sola. Va otra vez la cosa por aquello de la primavera, aunque hoy ha sido día de lluvia. Digo ha sido porque le quedan al día unos minutos, y como ocurre con todo, cuando vemos que algo se acaba, nos hacemos rápido a la idea y antes de que acabe ya lo hemos dado por perdido. Eso le ha pasado al día. Que se ha ido perdiendo, y ya lo doy por desahuciado. En fin, volviendo a lo de las gaviotas. Creo que hoy por hoy todo el mundo va en bandadas y cuando se trata de comer terminan por pasar del de al lado. Viene bien aquello de "lo mío es mío", que suele decirse.



Como soy muy de canciones ahora tocaría el verso de Zahara " no tengo prisa por llegar, estoy a gusto en mi pared". Tranquilo, sin las prisas habituales de Madrid. Hoy me he cruzado en el autobús con una mujer a la que, de pronto, he creído conocer de toda la vida. Me eran familiares sus gestos y sus ojos, y hemos tenido un par de miradas perdidas que se quedaban colgadas de un hilo de voz, como enganchadas a un pasado desconocido. Algo extraño, pero ha sido incluso reconfortante. Luego, tras ese par de miradas, hemos preferido no tentar a la suerte, y no volver a cruzar la vista. Nos engañábamos tras el resto del personal o nos buscábamos en el reflejo de las lunas del autobús. Demasiado irreal, casi perfecto. El resto del viaje ha sido tosco. La gente no termina de entender que hablar a voces y ser más bruto no te convierte en centro de atención por tu valía, sino por tu estupidez, y así he terminado por encontrarme en medio de una discusión entre dos señoras ya mayores que pretendían el mismo asiento. He tenido entonces la sensación de que esto ya había ocurrido en otra ocasión, y he vuelto la vista; buscaba a la chica, y sus ojos me lo han agradecido.
Luego, al bajarme, me he descreído un poco y he pensado que tal vez todo esto me lo había imaginado yo, pero bueno, uno es como es, y ya lo he dicho: estoy a gusto en mi pared.

No hay comentarios: